Una estrella de su generación que transforma el trauma y el dolor en uno de los álbumes más trascendentales del hip-hop.
1
En 1998, la edición del primer y único álbum de Lauryn Hill fue un gran evento: una mirada cruda y profunda a la dimensión espiritual no sólo de una de las estrellas más importantes de la época, sino de la era en sí. The Miseducation of Lauryn Hill es un disco transformador. Hill rapea con la ferocidad y confianza de una mujer en absoluto control de su creatividad, y canta con la riqueza teñida de góspel que define a los clásicos del soul. Demostró una gran profundidad en una época en la que las mujeres negras eran retratadas como arquetipos unidimensionales. Hill creó su obra maestra sobre los triunfos y sinsabores de la vida con tanto corazón, sinceridad y un enfoque tan preciso que logró trascender el contexto de un álbum para convertirse en una meditación universal sobre la existencia. Su fortaleza era tan poderosa que nuevas generaciones de fans continúan descubriendo un disco cuya musicalidad, lirismo y honestidad no ha sido duplicada aún.
Miseducation fue forjado con emoción pura. Luego de siete años siendo la voz del trío de hip-hop Fugees, aclamado por los tintes políticos de su música, y mientras finalizaba una compleja relación con su compañero de grupo Wyclef Jean, Hill quiso documentar una etapa de transiciones importantes que incluían la erosión de la banda que había integrado desde que cursaba la preparatoria. El trauma llegó acompañado de nuevos comienzos: la cantante se inspiró en los cambios físicos y mentales de su embarazo y el nacimiento de Zion, su primer hijo con Rohan Marley, y usó su espiritualidad emergente como guía. Esta encrucijada generó uno de los discos más viscerales de la historia, un faro musical de alto vuelto artístico y el momento preciso en el que Hill fue reconocida como una de las voces más talentosas de su generación.
El tema inicial de Miseducation, con la voz de un maestro que pasa lista y comprueba que Lauryn Hill está ausente, presenta la tesis del disco: hay lecciones que sólo pueden ser aprendidas con la experiencia. Mientras analizaba dolorosamente las falencias de su ex (en ese entonces ya se presumía que era Jean), Hill redefinió la manera en que la aspereza del rap podía encontrarse con las armonías del R&B, en una época en la que ambos géneros estaban separados (aún tres años después del remix de “All I Need” con Method Man y Mary J. Blige, el rap estaba empapado de misoginia, mientras que el R&B era considerado un género delicado y femenino). The Miseducation of Lauryn Hill se centró en el punto de vista de una mujer, con rebeldía y vulnerabilidad, pero transitando un terreno que en las listas de hip-hop seguía dominado por una visión hipermasculina. Sirvió también como un punto de entrada para un mainstream que todavía se inclinaba a denigrar la musicalidad del hip-hop.
El álbum fue grabado parcialmente en la casa de Bob Marley, en Hope Road, Jamaica, lo cual se refleja en el arte de la portada, que se inspiró en Rastaman Vibration de The Wailers. Pero el ADN de estas canciones, y la clave de su vigencia, se basa en el sonido clásico de Motown y Stax que hace relucir el inmaculado estilo vocal de la cantante. “Doo Wop (That Thing)” cosechó dos de los cinco GRAMMY que Hill obtuvo en 1999, una validación de la frescura de su sonido y la contundencia con la que su música enfatizaba el feminismo emergente de la generación del hip-hop.
La vulnerabilidad de Miseducation es analizada con frecuencia, pero las preocupaciones y los dones de Hill eran polivalentes. Habiendo estudiado historia en la universidad de Columbia, la cantante exploró sus orígenes en Newark, Nueva Jersey, con un agudo ojo sociopolítico (“Every Ghetto, Every City” con el clavinet de Loris Holland, ministro en la iglesia Pilgrim de Brooklyn) y meditó sobre los bemoles de crecer en un mundo repleto de privaciones (“Everything Is Everything”, con el sonido clásico del soul setentero y una banda que incluye a un pianista, entonces desconocido, llamado John Legend).
Miseducation demuestra también que la pureza de intención y la verdad emocional sin tapujos pueden señalar el camino hacia la liberación. Como la misma Hill rapea en “Everything Is Everything”: “My practice extending across the atlas/I begat this”. Hill posee el tipo de talento cuya inspiración y capacidad de innovar siguen iluminando la cultura a través de las décadas. Muchas personas que se dedican a la música recorren una extensa discografía en busca de una obra que pueda transformar el presente y colocar a su creadora en un panteón. Lauryn Hill lo logró con un solo disco.
“Es interesante y peculiar que un disco pueda ser la banda sonora de tu vida y tener un carácter atemporal. Cada vez que lo escuchas, parece como si fuera la primera vez pues te toca de una manera diferente en distintos momentos. Si alguien pudiera haber creado un álbum que lo expresara todo, éste sería. Es una cúspide”.