Provocador, inolvidable y creado para molestar al mundo.
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Según admitió el propio Eminem, The Marshall Mathers LP fue el punto máximo en su carrera. Él ya era un referente tras su legendario The Slim Shady LP un año antes, pero aquí sus provocaciones se intensificaron (la violencia de “Kim”) y sus momentos atractivos hacen que el pop de inicios de los 2000 sea inolvidable (“The Real Slim Shady”). Si no creías que fuera capaz de crear algo complejo y empático, la agudeza con la que retrató la desesperación cotidiana en “Stan” elevó esa palabra al panteón de conceptos imprescindibles, e ineludibles, para entender el pop del siglo XXI.
“Rapeo para ser el mejor… cuando te esfuerzas así, eso inspira grandeza”.
En este álbum Eminem también se sabotea al usar insultos homofóbicos contra sus detractores. Esas bromas opacaron su argumento, uno mucho más importante: que lo estaban convirtiendo en chivo expiatorio de problemas mayores. “Wasn’t me, Slim Shady said to do it again”, rapeó en "Who Knew", encarnando a un pistolero adolescente. “Damn, how much damage can you do with a pen?”. Un año atrás, Eminem afirmó que Dios lo había enviado para molestar al mundo. The Marshall Mathers LP fue un paso gigante en esa dirección.