¿Por qué elegir entre bailar y llorar cuando se pueden hacer ambas?
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Como Robyn declara en la primera canción, “los fembots también tienen sentimientos”. Casi tantos como Body Talk, el álbum que nos dio “Dancing on My Own” y “Call Your Girlfriend”, dos de los “rompepistas tristes” más memorables del siglo XXI, e inspiró una oleada de himnos para llorar en la pista de baile.
El centro emocional de Body Talk es más que aquellos dos temas, sin embargo. En “Love Kills” y “Hang With Me”, la cantante y compositora sueca nos recuerda que nunca está de más endurecerse ante la amenaza del dolor y el desamor. Junto a los momentos de vulnerabilidad, hay otros que desprenden una confianza imbatible, de la directa “Don’t Fucking Tell Me What to Do” al latido rítmico y la fanfarronería de “U Should Know Better”, una colaboración con Snoop Dogg maravillosamente extravagante. Pocas estrellas del pop están a la altura de un verso como “Even the Vatican knows not to fuck with me” (Hasta el Vaticano sabe que conmigo no se juega). Cada canción contribuye algo a la visión articulada en “Fembot” en un álbum de imponente aplomo cuya protagonista siempre está dispuesta a desnudar sus emociones.
“Cualquiera que escriba buenas canciones de pop te dirá que Robyn es una gran inspiración”.