El bombardeo lírico y sonoro que estableció el hip-hop como arte político.
It Takes a Nation of Millions to Hold Us Back
Public Enemy
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En 1988, el hip-hop había entrado de lleno en su segunda década, pero a pesar del esfuerzo de sus artistas por abrirse un espacio en el mainstream, seguía siendo un género incomprendido. Era una batalla en la que Public Enemy ocupaba la línea del frente. Las rimas políticas de Chuck D y el rap hiperactivo de Flavor Flav ya habían sacudido la escena con Yo! Bum Rush the Show, un debut de tono beligerante que ponía las proclamas y el imaginario del nacionalismo negro en primer plano.
It Takes a Nation of Millions to Hold Us Back llevó las cosas más lejos con un bombardeo incendiario de proclamas implacables y espíritu militante. La energía revolucionaria es evidente en “Bring the Noise” y “Don’t Believe the Hype”, temas seminales en el que los ganchos líricos suenan a órdenes en el campo de batalla. Más allá, “Black Steel in the Hour of Chaos” y “Rebel Without a Pause” golpean a la audiencia con mensajes tan provocadores como certeros.
“Sigue siendo relevante en el panorama actual. El mensaje es que pase lo que pase en la vida, nada podrá detenernos”.
Flavor Flav
Public Enemy