Fagen y Becker nunca sonaron tan directos como en esta obra maestra de romanticismo trágico.
Aja
Steely Dan
73
A lo largo de los 70, Donald Fagen y Walter Becker habían pasado de grabar sus álbumes con un grupo fijo en todas las canciones a un laborioso proceso en el que probaban a diferentes músicos para cada parte hasta que daban con la combinación deseada. Steely Dan, a pesar de esta creciente sofisticación, nunca habían sonado tan directos como en Aja, del R&B de “Josie”, la enérgica “Black Cow” o “Peg”, pura música de baile sin tiempo para disertaciones.
“Steely Dan es esa banda que ha hecho todas las canciones que te gustan y no sabes de quién son”.
Mayer Hawthorne
En la niebla del pop californiano de entonces, Fagen y Becker tenían el aura de hipsters neoyorquinos criados al calor del R&B y el jazz, pero su identidad nunca se había manifestado tan claramente en la música. Entre la abundancia de personajes memorables, quizás ninguno capture el romanticismo trágico de Steely Dan como el protagonista de “Deacon Blues”, un suburbanita que fantasea con la idea de convertirse en saxofonista antes de emborracharse y morir en un accidente de coche. Sí, quizás fuese un don nadie, pero por lo menos creía en algo.