Uno de los grandes nombres del hip-hop retrata la resaca de la gran fiesta rapera de California.
84
Doggystyle se presenta como la noche de fiesta y la consiguiente resaca que inevitablemente sigue a la larga tarde de Crenshaw de The Chronic, el álbum debut en solitario de Dr. Dre, cuyas huellas siguió Snoop Dogg. Aunque temas como los inolvidables “Gin and Juice” y “Doggy Dogg World” aportan momentos de alegre frivolidad que pueden competir con el exultante gozo de “Nuthin’ But A 'G' Thang”, Snoop Dogg y su Doggystyle suenan tensos y agotados en comparación con el tono festivo de Dre.
“La idea era intentar hacer algo profundo y diferente”.
“Murder Was the Case” ofrece el ejemplo perfecto con una producción inusualmente barroca de Dr. Dre y versos feroces en los que Snoop, entonces acusado de un asesinato del que terminaría siendo absuelto, abandona su calma habitual con la sangre fría de Scarface. La atmósfera ocasionalmente sombría de Doggystyle lo distingue de la avalancha de rap fiestero de la costa oeste estadounidense que copó las listas durante los años dorados de Death Row en los 90, pero sobre todo dio forma definitiva a una de las personalidades más perdurables del hip-hop.