El salto de U2 a la dominación global exploró la liberación de las restricciones.
49
The Joshua Tree representó algo nuevo para U2: las influencias góspel, la desnudez emocional, la introducción de matices a un sonido que se había definido a sí mismo por su franqueza. Antes dejaban que sus composiciones fueran relajadas e inmediatas; ahora exploraban la liberación de las restricciones.
Si pones atención, puedes escuchar las capas de sonidos: los acordes de la guitarra o el tic-tac de un reloj de bolsillo (“One Tree Hill”), pero si te relajas, suena minúsculo y directo. Las palabras apuntan al amor romántico (“With or Without You”, “I Still Haven’t Found What I’m Looking For”) pero también a la búsqueda de Dios y su significado, un reflejo de las dualidades del góspel y del romanticismo de Van Morrison y Patti Smith. El fondo, sonido en capas cortesía de Brian Eno y Daniel Lanois, captura el cambio continuo. Pero el primer plano (los ritmos marciales, las voces apasionadas) es constante y firme. Utilizan las herramientas de su época, pero también aprovechan algo eterno.