La combinación de rap y R&B que triunfa con la vulnerabilidad como punto fuerte.
47
Como su título sugiere, Take Care es testimonio de la teoría que afirma que el mejor arte requiere tiempo. Tras su debut en estudio, Thank Me Later, un álbum que el propio Drake consideró precipitado, el cantante y rapero reclutó al visionario musical Noah “40” Shebib para conectar con el sonido de Toronto del que ellos mismos habían sido pioneros: ese equilibrio entre el rap y el R&B que había definido la aclamada mixtape de 2009 So Far Gone.
El resultado fue un éxito. Aunque aún estaba lejos de la treintena, el actor infantil convertido en rapero había definido plenamente su identidad. En lugar de adoptar la imagen convencional de lo que se espera de un MC, Drake no es nadie más que él mismo en canciones como “Marvins Room”, un éxito que captura como ninguno las llamadas en mitad de la noche con unas copas de más.
“Marcó el nivel al que teníamos que aspirar y se convirtió en un legado que siempre deberemos proteger”.
En “Headlines”, uno de los momentos más pop de Take Care, admite que sintió el aguijonazo de la respuesta a Thank Me Later: “I had someone tell me I fell off/Ooh, I needed that” (Alguien me dijo que me había caído/Era justo lo que necesitaba). Fue esta honestidad la que permitió a Drake abrirse camino a golpe de rap hasta la ubicuidad cultural, inaugurando una oleada de hip-hop comercial revestido de vulnerabilidad.